13 jun 2014

Game 4: La máquina de negro y blanco


No sienten, no hablan ni se emocionan. Solo ejecutan, una y otra vez. Sea en un partido de enero, quizás una visita al frío de Minnesota o un juego en el AT&T Center ante Sacramento, ponele.

O también, porque no, un Game 4 de las Finales de la NBA. Eso hizo ayer San Antonio Spurs, demoliendo a Miami Heat por 107-86, quedando a una victoria de conseguir el tan ansiado trofeo Larry O´Brien y calzarse los anillos de campeón

Digo demoliendo porque ningún adjetivo cuaja mejor cuando se quiere describir este encuentro. Física y mentalmente, los Spurs fueron superiores desde el comienzo hasta el final, destruyendo el ánimo de sus rivales con un movimiento de pelota exquisito y un esfuerzo y compromiso en defensa, que hubiese dejado satisfecho a cualquier entrenador (menos al suyo, Gregg Popovich).

Todo el esfuerzo en defensa de "Sugar K Leonard"

Es cierto que hubo figuras más excluyentes, como por ejemplo Kawhi Leonard, quien continuó su gran actuación en Game 3 (29pts) con una planilla que incluyó 20 puntos, 14 rebotes y 3 tapas. Leonard, colaborando en defensa como ya nos tiene acostumbrados, volvió a demostrar el enorme potencial que tiene. Si el año que viene juega parecido a lo que ha hecho en estos últimos dos partidos, no hay manera que no sea un All-Star.

Pero todos los jugadores de San Antonio dejaron su marca en el encuentro de ayer: Boris Diaw casi firma un triple doble (8pts, 9 asistencias y 9 rebotes), Tony Parker sumó 19 porotos más, Patty Mills volvió a impactar el juego cada vez que entró, y tanto Manu Ginóbil como Danny Green aportaron sus granitos de arena.

Y que decir de Tim Duncan, quien superó la línea mencionada de Magic Johnson, convirtiéndose en el jugador con mayor cantidad de doble dobles en partidos de playoffs. También sobrepasó a Kareem Abdul-Jabbar como el individuo con más minutos jugados en la pos temporada. Histórico.

Volviendo al partido, la verdad es que tuvo poco de interesante. Fue tal la superioridad de los visitantes que hizo del juego uno casi monótono. El momento más "complicado" para los Spurs vino con 7:55 restantes en el tercer cuarto, luego de una bandeja de James que dejó a Miami a 13 puntos. En la jugada siguiente -luego de un timeout pedido por Pop- Diaw le dio la bola a Duncan en el poste bajo y este volvió a calmar la cosa.

Por el lado del Heat, con excepción de LeBron James, el resto del equipo mostró una actitud muy pobre desde el arranque. Mario Chalmers no ha encontrado su ritmo de juego luego de cuatro partidos, Dwayne Wade lanzó un pútrido 3 de 13 de campo, y Erik Spolestra no pudo encontrar a un jugador que le diese un aporte positivo a su grupo.
Tomando los Game 3 y 4, es bastante sorpresiva esta baja en intensidad por parte de Miami, quien no había perdido ningún partido en condición de local durante estos Playoffs.

Ahora tenemos viernes, sábado y el día domingo para pensar todas las posibles ramificaciones que tendría un título para los Spurs. Pero antes de todo ello, los Silver&Black deberán cerrar la serie, cosa que no les será nada fácil (en parte por los demonios del Game 6 del año pasado y en parte porque el Heat no se rendirá así nomás). Quizás veamos a Udonis Haslem insertado entre los cinco titulares de Miami, y seguramente Spolestra traerá un par de variantes bajo la manga. Lo que sea para no perder su chance de tricampeonato, que también podría significar perder a James.

Para San Antonio, quedará la calma de estos días, durante los cuales no podrán permitirse desconcentrarse con preguntas sobre "legados" y salir a la cancha el domingo, en el AT&T Center, listos para, por fin, poder gritar campeón.

Quédense con este video de Patty Mills, la definición de esfuerzo al 100%: 

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